¿Sientes que cada paso en la ruta se convierte en una pequeña tortura? No estás solo. Muchos montañistas sufren en silencio el dolor punzante de los juanetes (Hallux Valgus), convirtiendo lo que debería ser una experiencia liberadora en una auténtica pesadilla.
La presión de las botas rígidas, las largas bajadas y el terreno irregular parecen conspirar contra tus pies. Pero tengo una buena noticia: tener juanetes no significa colgar las botas.
En este artículo, te enseñaré las estrategias exactas que utilizamos los guías y expertos para adaptar el equipo y minimizar (o eliminar) el dolor. Prepárate para volver a disfrutar de las cumbres.

¿Qué son los juanetes y por qué duelen tanto en la montaña?
Técnicamente llamados hallux valgus, los juanetes son una deformación ósea frecuente, más común en mujeres, donde el dedo gordo se desvía hacia el segundo dedo. Esto crea un abultamiento en el lateral interno del pie.
En la vida diaria, puedes mitigar el dolor usando zapatillas blandas. Sin embargo, en el montañismo, el escenario es hostil:
- Calzado rígido: Las botas de montaña protegen, pero no ceden.
- Fricción constante: Las largas caminatas aumentan el roce en la zona inflamada.
- Presión: El abultamiento choca directamente con la pared de la bota.
Dato clave: El dolor no es solo "molesto", puede alterar tu pisada y provocar lesiones en rodillas o caderas al intentar compensar inconscientemente.
Causas: ¿Genética o Calzado?
Aunque el uso de calzado inadecuado (punteras estrechas y tacones) acelera el proceso, la herencia genética juega un papel crucial. La forma de tu pie también influye:

- Pie Egipcio: Dedo gordo más largo. Mayor riesgo de deformación.
- Pie Griego: Segundo dedo más largo. Menor riesgo.
Independientemente de la causa, si ya los tienes, la prioridad es gestionar el dolor para seguir activo en la montaña.
5 Estrategias para Hacer Senderismo con Juanetes
Si te gusta el montañismo pero sufres cada vez que te calzas las botas, aplica estos 5 consejos probados.
1. Elige botas de "Horma Ancha" (Wide Fit)
Este es el paso más importante. Olvídate de la estética y céntrate en el volumen interior.
- Busca modelos especificados como "Wide" o de horma ancha.
- Prueba de tacto: Mete la mano en la bota y palpa la zona del juanete. Asegúrate de que no haya costuras rígidas justo en ese punto.
- Si compras equipo de montaña, prioriza marcas conocidas por ofrecer cajas de dedos espaciosas (como Altra, Keens o modelos Wide de Salomon/Merrell).
2. Personaliza tus botas: El arte de deformar
A veces la bota perfecta no existe, pero puedes crearla.
- Zapatero especializado: Acude a un profesional para que use una horma mecánica.
- ¿Qué hace? Esta herramienta aplica presión localizada en un punto específico de la bota (donde tienes el juanete) para estirar el material y crear un "bolsillo" de espacio extra.
Consejo Pro: No tengas miedo de modificar tus botas. Es preferible una bota "fea" pero cómoda, que una nueva que no puedes usar.

3. "Hacking" de cordones: Libera la presión
No tienes por qué atar tus botas igual que todo el mundo. Existe una técnica para saltar la zona dolorosa:
- Empieza atando normal desde la punta.
- Al llegar a la altura del juanete, no cruces los cordones.
- Pásalos directamente al siguiente ojal en el mismo lado (verticalmente).
- Continúa cruzando normalmente hacia arriba.
Esto crea una "ventana" de alivio sobre el juanete, permitiendo que la bota se abra justo donde más lo necesitas.

4. Protecciones de Silicona y Calcetines
La fricción es tu enemiga.
- Protectores de gel: Existen almohadillas de silicona específicas para juanetes que actúan como una segunda piel, absorbiendo el roce.
- Calcetines de calidad: Usa calcetines de trekking sin costuras en la puntera. La lana merino es excelente para mantener el pie seco y reducir la fricción.
5. Revisa tus plantillas
Las plantillas que vienen de fábrica suelen ser genéricas y a veces muy gruesas.
- Sustituirlas por unas plantillas más finas puede bajar la altura del pie dentro de la bota, dándote unos milímetros extra de anchura.
- En casos severos, una plantilla ortopédica a medida es la mejor inversión para corregir la pisada y aliviar la carga sobre la articulación.
Conclusión: No dejes que el dolor te detenga
Tener juanetes no es el fin de tu vida aventurera. Con el calzado adecuado, un atado inteligente y perdiendo el miedo a personalizar tu equipo, puedes volver a los senderos.
Recuerda: la montaña se disfruta con los pies, no se sufre con ellos. Si el dolor persiste, consulta siempre a un podólogo deportivo.
¿Listo para tu próxima aventura? Explora nuestras guías sobre equipo de montaña para encontrar los mejores accesorios para tus salidas.